Allá por 2015, después de 767 partidos y 25 títulos vestido de blaugrana, Xavi Hernández dejaba el Barcelona con la idea de cerrar su carrera en el fútbol catarí y con la promesa de retornar a un club que no tan solo lo había visto nacer, sino que además lo formó en su camino a ser uno de los mejores mediocampistas de la época. Este lunes, después de muchas especulaciones, el oriundo de Tarrasa finalmente selló su vuelta club catalán, en donde se hará cargo del primer equipo con la esperanza de devolverle la alegría a toda una ciudad que sufre desde la partida de Lionel Messi, su último superhéroe.
Y en su presentación oficial como entrenador desde el campo de juego del Camp Nou y con miles de fanáticos como testigos presenciales, Xavi Hernández no anduvo con vueltas. Explicó que el equipo azulgrana “no se puede permitir empatar ni perder” .
“Estoy muy ilusionado, no me quiero emocionar, es impresionante este recibimiento de la afición. El Barça es mi casa y tengo muchas ganas de afrontar este reto. Me dejaré la vida para que funcione”, añadió Xavi, acompañado del presidente Joan Laporta, con el que se abrazó durante la formalización del contrato que se firmó en el mismo césped del feudo azulgrana.
Por su parte, el presidente sentenció que “este día marcará la historia del club, es una jornada muy emocionante”.
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